viernes, 4 de junio de 2010
Nuestra historia.
Había una vez dos chicas nacidas en el mismo año que estaban predestinadas a encontrarse y a ser buenas amigas. Tenían orígenes distintos pero el destino quiso juntarlas y eso fue lo que pasó. Se conocieron hace 5 años y se llevaban mal, muy mal. En parte, porque eran muy distintas, una estudiaba demasiado y la otra no lo suficiente. Íban a la misma clase, pero era como si no existiéran la una para la otra, pero crecieron. Maduraron, si es que se le puede llamar así. A la vez que crecieron, sus gustos cambiaron, cambiaron ellas y cada vez se parecían más y más. Esto hizo que su relación se hiciera más fuerte. Crearon un núcleo de confianza y cariño que difícilmente se podría romper, pero se rompió. Sólo una única vez. Y por culpa de los tíos, había llegado la adolescencia. Tardaron cerca de un mes en volver a hablar, su récord. Pero a partir de allí todo mejoró. Su amistad se hizo más fuerte y eso lo notó todo el mundo. Eran como un pack. Estando juntas eran casi invencibles, vivían en su mundo y lo demás daba igual; separadas era todo lo contrario, se sentían solas, tristes, no era lo mismo sin la otra. Todas las cosas de la vida las fueron descubriendo juntas: el primer rollo, el primer cigarro, el primer porro, la primera borrachera, el primer suspenso, la primera llorera de verdad, la primera pérdida de alguien querido y siempre se tuvieron la una a la otra, sólo hacía falta una llamada y allí estaba la otra con su hombro para llorar o su sonrisa para animar. Así mismo tuvieron muchos amigos, muchos grupos de gente con los que ir que se fueron separando poco a poco pero ellas siempre siguieron juntas, hasta el final, como todos sus sueños que un día esperan poder hacer realidad.
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oh señoritas!
ResponderEliminarsois un pequeño pack de dos y asi seguireis por mucho tiempo esperemos, aunque te quites la camomila y quieras ser grunch y no vintage jajaja
osquiero (L)
Aaaaaai, os quiero :_
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